Sabia virtud de conocer el tiempo
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo,
que de amor y dolor alivia el tiempo.
Aquel amor a quien amé a destiempo
martirizóme tanto y tanto tiempo,
que no sentí jamás correr el tiempo
tan acremente como en ese tiempo.
Amar queriendo como en otro tiempo,
ignoraba yo aún que el tiempo es oro.
Cuánto tiempo perdí, ay, cuánto tiempo.
Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,
amor de aquellos tiempos, cuánto añoro
la dicha inicua de perder el tiempo”.
Los versos del inicio de esta colaboración son una composición musical de Rubén Fuentes, basada en un poema de Renato Leduc, poco tiene que ver con el tema educativo formal o de academia, lo estamos abordando, para ponerlo en sintonía con la enseñanza de la vida, No se trata de hacer un artículo romántico, solo es la invitación a pensar por un momento, en algo que a todos nos acompaña durante toda la vida, en el tiempo.
Lo escribimos como enseñanza de la vida y más concretamente, con la vida de los adultos mayores, de las personas de la tercera edad.
La mayoría de los lectores de esta prestigiada revista PROGRESO COMARCA LAGUNERA son personas jóvenes, sino de cuerpo, cuando menos de alma, pero todos tienen familiares que ya son adultos mayores y los mismos lectores, algún día, esperemos que así sea, llegarán a la tercera edad, así que creo, que el tema, con el permiso de los amables lectores, puede ser aceptado para expresarlo aquí y ahora.
La intención es motivar a quienes lean esos versos, a que reflexionen con lo que es el tiempo, con lo que representa en las personas y en el valor o interpretación que se le aplica en el transcurso de la vida.
Es muy común, que en las épocas infantil y juvenil no le demos mucha importancia al tiempo, tenemos tiempo de sobra y más nos ocupamos de hacer las actividades cotidianas que de pensar en el tiempo necesario para realizarlas.
En la edad adulta, ya el tiempo es oro y el trabajo se organiza aplicándole un elemento valioso e importante, el de la duración del tiempo para hacerlo.
En la mayoría de edad, se tiene la percepción, de que el tiempo, ya es poco lo que queda.
Por eso esta canción, que por cierto ya es muy vieja, nos trae una enseñanza del valor que tiene el tiempo, según la edad en que lo estemos evaluando.
El paso del tiempo es lineal y su medición de minutos, horas, días y años, siempre tienen la misma duración, pero el efecto en las personas, varía de acuerdo a la edad.
Y podemos llegar a recordar: “Aquel amor a quien amé a destiempo”
Y terminar diciendo: “Y hoy que de amores ya no tengo tiempo”
Solo queda decir: “Dar tiempo al tiempo”
