El último día de agosto termina una de las
administraciones más perversas, saqueadoras e irresponsables de Gómez Palacio.
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Y vaya que hubo otras que no cantaron mal
las rancheras.
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Quienes se comprometieron a una Nueva Historia, aniquilaron a los pregoneros de “por la dignidad de Gómez Palacio”.
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Marina Vitela y sus achichincles dejan para la historia un desgobierno jamás antes visto.
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Ah, un favor:
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… ¡Que sus fechorías reciban el castigo que merecen!
