19 de febrero de 2006.
Trabajaba yo para la agencia de noticias NOTIMEX, cuando recibí
una llamada de mi jefe en la ciudad de México, Héctor Martínez preguntándome a que distancia estaba la mina de Pasta de Conchos, mi respuesta fue de como 5 o 6 horas de Torreón.
Me dice:
“Pues vete de volada porque acaba de explotar una mina y hay varios muertos”.
En ese momento conseguí un vehículo y me trasladé al lugar.
Cuando llego encontré un cuadro dantesco por parte de los familiares que desesperados clamaban por el rescate de sus seres queridos. Al día siguiente, al lugar de la tragedia acudieron corresponsales de varias agencias del mundo porque la noticia fue de interés internacional.
Estuve cerca de una semana en el lugar y veía como las esperanzas de rescatar vivos a
los atrapados poco a poco se iban diluyendo.
Tiempo atrás, también me tocó cubrir la explosión de una mina en el municipio de
Barroteran en esa ocasión cubría yo el evento por parte del Heraldo de México.
Esa fue mi primer salida de la CDMX y en avión, ya que nunca me había subido a uno. En esa ocasión fui con rescatistas de la Cruz Roja quienes al ver mi nerviosismo por ser la primera vez en un avión me empezaron a decir que no me preocupara que total si se caía todos íbamos a estar juntos a la hora del rescate nomás que no me desabrochara el cinturón de seguridad y así me fui todo el viaje.
Volviendo a Pasta de Conchos, era terrible ver los rostros de desesperanza de la gente y observar que cada día que pasaba los rescatistas regresaban sin recuperar ningún cuerpo. Los directivos de la empresa Grupo México no daban ninguna información, pese a que ahí estuvo el Gobernador Humberto Moreira y toda su comitiva.
Los boletines que emitían eran de que todavía se está trabajando y no hay resultados aún y hasta la fecha no han podido ser recatados los 65 mineros pese a las promesas de los gobiernos federales.
Esa fue una de las grandes experiencias que tuve en este bello medio del
periodismo.
16 años y 5 meses después, ocurre otra tragedia en la mina El Pinabete, ubicada en el municipio de Sabinas, donde 10 mineros permanecen atrapados. Como en el caso de Pasta de Conchos, no aparecen los culpables.
—————————
