Las finanzas públicas en Durango, no son malas. ¡Son catastróficas! Esas palabras no fueron pronunciadas por ningún hijo de vecino, mucho menos por un político en campaña que ofrece el oro y el moro. Nada de eso. Salieron de la boca de Esteban Villegas Villarreal y las pronunció durante su discurso de Toma de Protesta. Jueves 15 de septiembre. Días antes, en su gira de despedida, José Rosas Aispuro Torres presumió que dejaba un Durango próspero y presumía poder ver de frente y a los ojos a los ciudadanos. Sorpresa, para evitar rechiflas y el repudio de los asistentes e invitados especiales no acudió al cambio de nuevo gobierno.
Aispuro Torres dejó una administración peor que la de su antecesor Jorge Herrera Caldera e incomparable con las de Ismael Hernández Deras y Ángel Sergio Guerrero Mier. El equipo entrega-recepción sumó más de 19 mil millones de pesos en deuda pública, pago a proveedores y retención de participaciones a los 39 municipios. JRAT huyó por las puertas traseras hinchado de billetes junto con familiares cercanos y funcionarios de primer nivel, no dejaron para cubrir la primera quincena septiembre.
Fue necesario atravesar un vale de caja a la Federación hasta por 300 millones de pesos para enfrentar compromisos. Habrá una auditoría donde se adelanta que el desfalco puede superar los 30 mil millones de pesos.
¿El cochinero, saqueo irracional y desmedido a las finanzas públicas quedarán impunes? Por lo pronto, Aispuro se les volvió ojo de hormiga. ¿Futuro inmediato?, administrar sus negocios hoteleros.
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