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EFECTO BUMERÁN/GERARDO HERNÁNDEZ G.

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El senador de Morena, Armando Guadiana eligió el periódico más anti-AMLO para afrontar al coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez, y al subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía. Los acusa de conspirar para eliminarlo de la carrera para la gubernatura Coahuila en complicidad con «expriista resentidos» cuyos nombres omite. La inserción pagada por el empresario minero en «Reforma» (18.10.22) anticipa su derrota en la contienda por la candidatura. ¿Seguirá Guadiana los pasos de Jorge Luis Morán y Shamir Fernández, pero en sentido inverso? Es decir, que quien en otro tiempo se definió como hombre «honrado, pero honrado, honrado… no», abandone las filas del partido guinda para regresar al PRI.

El anuncio, publicado a plana entera, refleja, en primer lugar, el distanciamiento entre el senador y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pues, de tener acceso al mandatario, Guadiana habría tratado el tema en privado en vez de dar pábulo a las acometidas contra la 4T. Si aún existe comunicación, peor todavía, pues implica deslealtad. El texto farragoso es un reproche al presidente por no premiar con la candidatura a un supuesto aliado. También exhibe, entre otras cosas, desconocimiento total de la forma de pensar y actuar de AMLO como jefe de Estado. Guadiana lo trató como candidato, y a cambio del apoyo —económico o logístico— recibió el escaño en el Senado.

La inserción firmada por Guadiana —seguramente escrita por el delegado federal Reyes Flores— repite consignas del frente anti-AMLO utilizadas para descalificar a Mejía y a la 4T, además de confirmar sospechas. El mismo día de la publicación, en Saltillo apareció una nota del diputado Jaime Bueno —del círculo de Rubén Moreira y la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano— según la cual el subsecretario de Seguridad será denunciado por actos anticipados de campaña. El proceso no ha iniciado formalmente, pero quienes serán candidatos del PRI y de Morena se promueven de manera ostensible.

Guadiana dice que, en 2014, fue absuelto de las acusaciones del exgobernador Humberto Moreira por presuntos vínculos con la delincuencia organizada. En las investigaciones por el asesinato de su hijo José Eduardo (el 3 de octubre de 2012 en Ciudad Acuña), el exlíder del PRI pidió incluir «a quienes financiaron el crimen, de manera especial en el área del carbón». Moreira advirtió entonces en un comunicado: «De inmediato salió a la luz el exhabitante del penal de Topo Chico, Armando Guadiana Tijerina a pedir nombres, apareció en un medio nacional la vinculación de su hermano José Luis con quien hace semanas fue detenido por la Secretaría de Marina, el señor Reynald Bermea» (Aristegui Noticias, 03.10.12).

Sin embargo, Guadiana podría estar sujeto a nuevas investigaciones. En diciembre pasado, la periodista Peniley Ramírez reveló que «en un oficio (…) clasificado como confidencial (…). La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda pidió información sobre un grupo de personas». Entre ellas figuran el fiscal general de la república, Alejandro Gertz, el expresidente Carlos Salinas de Gortari, el exdirector de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón, el gobernador de Estado de México, Alfredo del Mazo, y el senador Armando Guadiana. (…) Una buena parte (…) de los indagados tienen en común que aparecieron en la investigación Pandora Papers (…), la cual reveló que más de tres mil mexicanos usaron paraísos fiscales» (“Los 79 investigados de la UIF”, Reforma, 04.12.21). Guadiana acaba de pegarse un tiro en el pie y de provocar al presidente. Maquiavelo aconseja: «No hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruirlo».

RELACIÓN PRENSA-GOBIERNO

Andrés Manuel López Obrador dice que es el presidente más criticado del último siglo, con lo cual se equipara a Francisco I. Madero, uno de los héroes tutelares de la Cuarta Transformación. Su reproche a los medios de comunicación es el mismo de Gustavo Madero (hermano del mártir, también asesinado por la dictadura de Victoriano Huerta): «Le muerden la mano a quien les quitó el bozal». Víctima de sus fantasías y desmesuras, AMLO no advierte que también es el jefe de Estado que más motivo ha dado para la crítica, alguna de ella mendaz y sañuda. Él mismo la instiga, la provoca. Sus detractores (analistas, intelectuales, académicos y oligarcas) pican el anzuelo y se desgañitan. Pues en casi cuatro años de embestida mediática, los índices de popularidad del mandatario se mantienen elevados y su partido (Morena) domina el escenario nacional.

Las ruedas de prensa matutinas, instituidas por AMLO como jefe de Gobierno de Ciudad de México, lo acercan con sus votantes y lo alejan de quienes jamás lo serán. Desde Palacio Nacional fija la agenda, rebate con «otros datos», replica a sus adversarios y denuncia a los grupos de poder. Sus predecesores desdeñaban a sus críticos y rara vez concedían entrevistas. López Obrador los afronta y a muchos de ellos los exhibió, con nombres y cantidades millonarias, como proveedores de Gobiernos anteriores. El periodista Jorge Ramos, quien fue retenido junto con su equipo en medio de una charla con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha puesto a AMLO contra las cuerdas en varias mañaneras. En la del 22 de septiembre, denunció el fracaso de la estrategia de seguridad y acusó al Gobierno de la 4T de «ser el más violento en la historia moderna del país».

«El presidente ha culpado a los dos Gobiernos que le precedieron de crear las condiciones de la actual violencia en el país. Es posible. Y ha apuntado a una ligerísima baja en el porcentaje de homicidios dolosos y a que no son crímenes de Estado. También es cierto. Pero se acabó el tiempo para dar excusas. (…) AMLO ha fallado en su misión más importante; salvar la vida de decenas de miles de mexicanos. En la mañanera del jueves —donde le agradecí al presidente la oportunidad de preguntar con total libertad— le pedí que rectificara su estrategia. Pero no quiso. “No vamos a cambiar la estrategia porque nos está dando resultados”», me dijo (“El Gobierno de los muertos”, Reforma, 24.09.22).

Los críticos rezuman frustración, pues sus campañas no han surtido efecto ni doblegado al presidente. Escribir cuatro años sobre AMLO los ha vuelto previsibles, repetitivos, redundantes. Bajo la dirección editorial del economista y politólogo Juan Pardinas, expresidente del Instituto Mexicano de Competitividad (Imco), el derechista Grupo Reforma ha perdido el equilibrio y la pluralidad que lo distinguieron en los tiempos de Ramón Alberto Garza y Lázaro Ríos. Las firmas de Jorge Volpi, Jesús Silva Herzog-Márquez, Juan Villoro, Genaro Lozano y pocos más, enriquecen la sección de opinión. Sus análisis rompen la monotonía y ofrecen puntos de vista para un debate de altura.

Plumas como las de Lorenzo Meyer, Eduardo Huchim y René Delgado, las cuales, sin dejar de ser punzantes, señalaban aciertos del Gobierno y desatinos de las oposiciones, emigraron a otros medios luego de ser desplazadas de los diarios de Alejandro Junco. Los textos de Peniley Ramírez refuerzan la sección editorial y demuestran que la investigación y el equilibrio tienen mayor impacto y suman lectores. Alma Delia Murillo, quien anunció un receso, figura entre las columnistas que oxigenan un medio desgastado por su pleito con López Obrador.

«EL HORARIO DE DIOS»

El horario de verano fue desde un principio una tomadura de pelo. La medida se implantó a finales del Gobierno de Miguel de la Madrid para ajustar las actividades de una parte del país con las de Estados Unidos, más que para lograr un ahorro significativo en el consumo de energía y una reducción en las facturas de la Comisión Federal de Electricidad. Cuando la publicidad oficial ponderaba las ventajas de adelantar los relojes una hora y los cientos de millones de dólares que dejarían de gastarse, mi amigo lagunero Jaime Cantú Charles, ironizó: «Si la economía es tan elevada como dicen los políticos, que avancen las manecillas 24 horas y paguen la deuda externa».

Con una hora más de luz solar —decía la publicidad engañosa—, los padres de familia podrán convivir más tiempo con sus hijos, en el hogar o al aire libre, pasear o hacer deporte en las plazas de sus pueblos y ciudades, ir al cine o dedicarse a otro pasatiempo. Cual, si México tuviese el mismo equipamiento urbano de Estados Unidos o Canadá, las viviendas fueran espaciosas, las calles seguras y el ingreso de los trabajadores suficiente. El convenio para establecer el horario de verano en los estados del noreste lo firmaron, en Saltillo, los entonces gobernadores José de las Fuentes (Coahuila), Jorge Treviño (Nuevo León) y Américo Villarreal (Tamaulipas), cuyo hijo homónimo acaba de tomar posesión del cargo bajo las siglas de Morena, poco antes de terminar sus mandatos. El problema lo afrontarían sus sucesores.

Los efectos del cambio de horario se sintieron de inmediato: adultos confundidos y cansados, niños y jóvenes soñolientos. La mayoría lo rechazó tajantemente, pues alteraba su vida y entorpecía sus funciones. Debut y despedida. El gobernador Eliseo Mendoza Berrueto realizó foros de consulta en todas las regiones del estado y en el primer año de Gobierno derogó el decreto, solo con la oposición de grupos minoritarios. Lo mismo hicieron Nuevo León, Tamaulipas y el resto del país que había adoptado la medida neoliberal. El presidente Ernesto Zedillo la reimplantó en 1996 en toda la república, sin tomar en cuenta a la sociedad ni a los gobernadores.

El Congreso anuló tardíamente el horario para volver al original —«el de Dios», según lo definió el presidente Andrés Manuel López Obrador en la rueda de prensa del 3 de junio— con los mismos argumentos de hace más de 20 años: escaso ahorro de energía, impacto negativo entre la población y rechazo generalizado. Diversos estudios confirman lo perjudicial que resulta para la salud adelantar el horario. Europa dejó de hacerlo el año pasado. Argentina, Rusia y Marruecos lo abandonaron antes. Estados Unidos eliminará el horario de verano a partir del año próximo. El ejemplo lo puso Japón, después de la Segunda Guerra Mundial, y China, hace más de tres décadas.

El ensayo de 1987 partió de expectativas falsas, pues ofreció un mundo color de rosa en un país con grandes carencias y rezagos. La necesidad de ahorrar energía existe, pero se puede lograr, con mejores resultados, sin castigar ni engañar a la población. El primer inhibidor contra el consumo desmedido de electricidad y combustibles son los altos precios. Es inaplazable concienciar desde la escuela de la urgencia de evitar el derroche de energías y de proteger el medio ambiente. Los efectos del calentamiento global están a la vista y cada vez serán mayores y más dramáticos si las sociedades y los Gobiernos no cuidan el planeta. A ese propósito debe llamar también la cancelación del horario de verano.

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