El fenómeno de la trascendencia puede tener varias características, ya sean históricas, científicas, humanísticas, etc. Y también valorarse desde conceptos y valores diferentes.
Los héroes de la historia han trascendido por sus acciones, que transformaron una comunidad, algunos científicos han trascendido por su trabajo o descubrimientos que han desarrollado la vida o mejorado la salud de la gente.
Y así sucesivamente, hay varias formas de trascender.
Yo quiero referirme hoy, a una persona que ha trascendido a través de su trabajo de periodista y escritor, que después de morir se publica un libro con los últimos de sus trabajos escritos como reportajes, anécdotas, historias y cuentos que al incluirse en un libro se ha convertido en una trascendencia literaria.
Se trata del libro “El viejo y el desierto”, con escritos de Higinio Esparza Ramírez.
El periodista Higinio Esparza falleció el 16 de junio pasado a los 85 años de edad. Su vida se inició en una familia de escasos recursos, viviendo su niñez en las colonias La Durangueña y 20 de noviembre de la ciudad de Torreón, Coahuila y terminando su vida, en el fraccionamiento El Campestre de Gómez Palacio, Durango.
Su actividad profesional fue la de reportero en el periódico El Siglo de Torreón, hasta su jubilación, pero él siguió escribiendo en forma independiente hasta su muerte, para varios medios de comunicación.
Participó en un concurso de la Secretaría de Marina, obteniendo el primer lugar, con el cuento “Mares de ensueño”.
Hace poco tiempo, empezó a armar su libro, con sus últimos escritos generalmente de anécdotas, pero lo sorprendió la muerte y su hijo Héctor Alejandro Esparza Nieto, continuó la labor, logrando la presentación de la obra el 29 de septiembre pasado, con gran aceptación de un numeroso grupo de personas que acudió a conocer el magnífico ejemplar literario, que fue presentado por tres ex compañeros de trabajo de Higinio: Ivonne Escalera, Irma Bolívar y Jesús Moreno.
Comenté en esa ocasión con su hijo Héctor, que existen muchas formas de trascender, con tiempos y dimensiones muy diferentes, pero en este caso, Don Higinio Esparza ya trascendió su vida, con su obra, con méritos propios, pero para mayor orgullo, se suma su familia en el apoyo de esa trascendencia, que esperemos que sea por muchos años y varias generaciones.
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