Llamado a la reconciliación
Julián Parra Ibarra
En un mundo cada vez más individualizado, despersonalizado, y en un país en el que si algo reina es la impunidad, donde si algo se promueve es el encono, el divisionismo, la violencia –se ésta verbal, física o en cualquiera de sus manifestaciones-, hechos como el que este lunes se registró en una sucursal de Subway en San Luis Potosí, se repiten diariamente si bien no todos son captados como el de esta ocasión en que un energúmeno seudo abogado propinó una brutal golpiza a un jovencito que había obtenido ese empleo temporalmente durante su periodo vacacional en lo que regresa a las aulas.
Vivimos tiempos en los que la mayoría de la gente está enojada, irritada, molesta, agresiva, violenta, y los niveles de las agresiones cada vez van escalando niveles hasta llegar a las agresiones físicas y muchas de las veces llegar hasta la muerte, pero ¿qué nos está pasando como sociedad? ¿hacia dónde nos dirigimos y por qué permitimos que actos como este que se hizo viral gracias a la difusión del video a través de las redes sociales? ¿Cómo cree usted que se sientan los padres de este chico al ver la forma en que es agredido alevosamente por este criminal sujeto? Y digo criminal porque así es su actitud. Y cómo cree que reaccionarían sus padres si lo pudieran tener enfrente.
Las autoridades en San Luis, desde el Fiscal de la entidad y la policía municipal de la capital, a través de las redes sociales han confirmado la identificación plena del sujeto que responde al nombre de Fernando Medina, y los cibernautas se han encargado de identificarlo con nombre, apellido, dirección particular de su domicilio y de sus negocios, número telefónico y hasta su CURP.
Fiscalía y policía municipal dicen estar trabajando de manera coordinada y uno espera que la detención de ese energúmeno se dé incluso en los momentos en que estoy redactando estas líneas, y que se le investigue porque esta no es la primera vez que reacciona con tanta violencia ante otras personas, aunque en esta ocasión se pasó de la raya por la golpiza se la propinó a un joven adolescente, menor de edad, y quien no tuvo tiempo ni forma de evitar los golpes, menos tuvo la capacidad de reaccionar y responder la agresión.
El hecho debe ser un llamado de atención además para toda la sociedad ¿en qué nos estamos convirtiendo? ¿por qué seguimos como borregos el sonido del cencerro, a los llamados que nos hacen a dividirnos, a vivir con encono, con odio, con rencor? ¿por qué incluso hemos permitido la división de familias por cuestiones políticas provocado por un tipo al que no le interesamos un comino y al que la gran mayoría ni siquiera conocerá nunca en persona?
México necesita un llamado a la reconciliación.
@JulianParraIba
