Los incendios en Los Ángeles han expuesto la verdadera cara de la «superpotencia mundial». Mientras California arde, el gobierno de Estados Unidos, con su abrumador presupuesto militar, parece incapaz de proteger a su propia gente. ¿Cómo es posible que un país que gasta miles de millones en guerras no pueda movilizar recursos para una emergencia doméstica?
A todas luces esto es una absurda contradicción entre el poder militar y la incapacidad de gestionar desastres internos.
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Con 13,000 aviones listos para bombardear el mundo entero, pero sin uno solo para apagar incendios en su propio territorio, el sistema estadounidense queda en entredicho. Resalta la intervención de México, un país constantemente menospreciado por Estados Unidos, que ha enviado ayuda ante esta tragedia.Este artículo no solo es un informe del desastre en California, y un señalamiento directo a las prioridades políticas y económicas de Estados Unidos, ¿serán cambiadas a raíz de este desastre?
