A la sombra de un enorme crucifijo, los obreros y trabajadores de la construcción de Ciudad Juárez, ciudad fronteriza mexicana, están construyendo una pequeña ciudad. Una ciudad de tiendas de campaña.El gobierno mexicano se prepara para los miles de deportados que espera lleguen de Estados Unidos en las próximas semanas.Ciudad Juárez es una de las ocho localidades fronterizas a lo largo de los 3.000 kilómetros de frontera en las que el país se está preparando para la ola de expulsiones prevista.Hombres con botas y gorras de béisbol suben a lo alto de una vasta estructura metálica para cubrirla con una gruesa lona blanca, levantando un rudimentario refugio para albergar temporalmente a hombres y mujeres exactamente iguales a ellos.Es probable que trabajadores eventuales, empleados domésticos, personal de cocina y peones agrícolas se encuentren pronto entre los enviados al sur, una vez que se ponga en marcha lo que el presidente Donald Trump llama «la mayor deportación de la historia de EE.UU.». QUE DURA NOTICIA.