Casi en todos los trámites que los particulares gestionan las autoridades siempre tienen un pretexto para no realizárselo, diciéndole que no se puede hacer por esto o por lo otro; teniendo más de mil razones para ello, cuando basta solo una razón para hacerlo: voluntad de servicio.Se cuenta que en Estados Unidos, un mexicano que estaba haciendo un trámite ante un funcionario, no llevaba consigo copia de su acta de nacimiento que era necesaria para el servicio solicitado, y el servidor público, en lugar de deshacerse de él, le pidió los datos del Registro Civil, al que desde allá se los pidió para hacerle el trámite; es decir, buscó el cómo sí.En cambio, aquí en México todos los servidores públicos con honrosas excepciones que se podrían contar con los dedos de las manos, siempre buscan el cómo no, para no prestar el servicio al que están obligados a dar por ley y por el que les pagan sus sueldos con el dinero de los impuestos; además de que tratan al público con la punta del pie.Este burocratismo, tomado este término del que manda desde un buró, es uno de los cánceres que dañan a México, desde tiempos inmemorables que han impedido su progreso y desarrollo porque la exagerada tardanza en resolver los problemas del público, se traducen en prolongar las enfermedades. La no impartición de una justicia pronta y expedita, también puede ser una causa de tomarla con la propia mano -con consecuencias funestas-; no darle alimentos suficientes y bastantes a los menores y a las mujeres que los requieren con urgencia; no reinstalar en su trabajo o no pagarle de inmediato sus indemnizaciones, por no hacerlo; no restituir sus tierras al ejidatario para seguir produciendo los alimentos que necesita la población, puede ser causa de conflictos campesinos.Negarles sus licencias de funcionamiento o retardárselas en demasía, es causa de que los empresarios no abran nuevas fuentes de trabajo; y así podrían seguirse enumerando muchos más servicios públicos que por no prestarse inmediatamente, detienen la economía y entorpecen el comercio.La mayoría de las veces algunos malos servidores públicos, adrede niegan o retardan la prestación del servicio para forzar al público a que les dé una “mordida”; lo que constituye una forma de corrupción.Por eso es plausible que esté por reformarse la Constitución y algunas leyes, para que dentro del Plan México, sea creada la Ley Nacional Para Eliminar Trámites Burocráticos y Corrupción, a iniciativa de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo; que obligará a todos los burócratas de México en sus tres niveles: Federal, Estatal y Municipal, a agilizar la prestación de los servicios públicos y a no pedir “mordida” por ello.Pero a la par de estas nuevas leyes igual o más importante que ellas está el cambio de mentalidad de los burócratas, para que en lugar de buscar en todo el cómo no, busquen el cómo sí.



