El Papa Francisco murió por ictus cerebral y colapso cardiovascular irreversible. Así lo certificó en el acta de defunción el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano. La muerte se comprobó mediante un estudio electrocardiográma tanatológico.
El documento médico indica que el Papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II.La muerte se comprobó mediante un registro electrocardiográma tanatológico. “Declaro -escribe Arcangeli- que las causas de la muerte, según mi conocimiento y conciencia, son las arriba indicadas”.