En esos días Venus y Júpiter, los astros más radiantes del firmamento, se unirán en una danza celestial tan hipnótica que parecerá sacada de un sueño. Durante estas madrugadas, ambos planetas se acercarán hasta menos de un grado de distancia aparente, lo que equivale a verlos casi rozándose en el cielo, como si se tratara de un encuentro secreto entre gigantes cósmicos. No hará falta un telescopio para admirar este momento único, bastará con salir a un lugar con poca contaminación lumínica y dejarse envolver por el brillo intenso de estos colosos, cuyo fulgor será imposible de ignorar incluso para quien no esté familiarizado con la astronomía. Será una experiencia que mezcla ciencia y poesía, capaz de despertar en cualquiera una chispa de asombro infantil y recordarnos lo inmenso y bello que es el universo. 🌌Y como si la conjunción planetaria no fuera suficiente para encender la magia de la noche, el cielo tendrá un regalo extra: la lluvia de meteoros de las Perseidas, una de las más esperadas del año, alcanzará su punto máximo justo entre la noche del 12 y la madrugada del 13 de agosto. Este fenómeno te permitirá ver decenas de estrellas fugaces por hora, surcando la bóveda celeste como pequeñas antorchas que se apagan en un instante. Aunque la Luna menguante iluminará un 84 % del cielo, su luz no podrá opacar a los meteoros más brillantes, que se atreverán a cruzar con audacia el firmamento, dejando tras de sí estelas fugaces que parecen mensajes cifrados desde lo más profundo del cosmos. Será un espectáculo doble donde los planetas más luminosos del sistema solar se unirán a una lluvia de fuego estelar para crear un momento irrepetible, digno de guardar en la memoria por toda la vida. 🎆😲 Fuente: Infobae