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EL SISMO QUE EMPEZÓ LA DEMOCRACIA/Por Fernando Rangel de León

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Hace 40 años la sociedad civil del entonces Distrito Federal, rebasó por mucho al gobierno de la República, encabezado por Miguel De la Madrid Hurtado, y al del Distrito Federal, encabezado por Ramón Aguirre Velázquez, al haber hecho lo que estas autoridades no quisieron o no pudieron hacer para el rescate de las víctimas del temblor del 19 de septiembre de 1985; en el que en vez de funcionarios públicos se vio a mujeres y hombres del pueblo, de todas las clases sociales, como un solo hombre, buscando sobrevivientes atrapados entre el escombro de las construcciones destruidas; salvándole la vida a muchos de ellos, llevando a los heridos a los hospitales más cercanos y recuperando personas aplastadas muertas.Mientras, el Presidente De la Madrid, y el Regente Aguirre Velázquez, al igual que la mayoría de los titulares de las 16 delegaciones del DF, con insensibilidad social, e indiferentes al dolor humano, fueron ajenos a esa tragedia; que si no ha sido por la oportuna e inmediata intervención de la sociedad civil toda, sus resultados hubieran sido mucho mayores, con más lesionados y muertos, participando movidos solo por el sentimiento de solidaridad con el prójimo (el más próximo), y con la sola finalidad de salvar la integridad física y la vida.Esa mayúscula indiferencia de las autoridades ante una tragedia de tal magnitud, la mayoría de los ciudadanos del DF, y de México todo, se la cobraron al gobierno el miércoles 6 de julio de 1988, no votando por Carlos Salinas de Gortari, del PRI, para Presidente de la República, y no votando por el dirigente de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe y Pedro Ramírez Vázquez (el arquitecto constructor de la Villa Olímpica y de la nueva Basílica de Guadalupe), como candidatos a Senadores por el DF, sino por Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, y Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, respectivamente; reconociendo únicamente el triunfo de éstos dos últimos; y reconociéndoles también el triunfo como Senadores de Michoacán, a Roberto Robles Garnica y Cristóbal Arias Solís.Desde allí la mayoría de los ciudadanos mexicanos cobraron conciencia de que ellos podían elegir a los gobernantes que sí verdaderamente se preocuparan y se ocuparan de defender su integridad física, su vida, su patrimonio y por tener bienestar; cobraron conciencia también del poder de su voto, de que este puede más que el poder público; como lo comprobaron el 1° de julio de 2018 y el 2 de junio de 2024, en que eligieron no solamente un nuevo gobierno sino un régimen político y jurídico distinto que se ha caracterizado entre otras muchas cosas por su preocupación y ocupación de los que menos tienen para procurar por todos los medios su bienestar de salud, de educación, de economía y de seguridad pública, sobre todo.La incapacidad de los gobiernos de De la Madrid, y del Jefe del Departamento del DF, no solo fue la causa del dolor de muchos sobrevivientes y damnificados del terremoto de hace 40 años, sino que también puso en peligro la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol en 1986, porque algunos dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol FIFA, pusieron en duda las condiciones de las instalaciones deportivas a consecuencia del terremoto; celebrándose finalmente, inclusive, brillantemente.Pero no solamente hubo esa lección democrática sino que también de ese terremoto se obtuvo la enseñanza de tener organismos gubernamentales de protección civil en todo el país, que estuvieran las 24 horas del día prestos a proporcionar ayuda y cobijo a todas y a todos los que estuvieran en peligro de sufrir un daño, a fin de evitar desgracias o mitigarlas al máximo.